Your Love is King es un monólogo poético en el que un hijo se enfrenta a su madre y a su propia infancia, marcada por una madre que criaba sola a sus hijos, un padre delincuente y un hermano atrapado en el mundo de las drogas. Aunque las palabras están dirigidas a su madre, el monólogo habita únicamente en su pensamiento.

En su intento de construir una relación con esa madre apacible y comprender por qué su vida ha tomado esa forma, emerge un sentimiento profundo de culpa (¿Por qué soy así? ¿Por qué me siento así? ¿Tengo derecho a estos sentimientos? ¿A mis sentimientos?) y de reproche (¿Por qué no fuisteis diferentes? ¿Por qué no tuvimos una vida normal? ¿Por qué no me entiendes?).

Como director, me interesa encontrar una expresión escénica adecuada para este drama —incluso en forma de lectura dramatizada— que permita transmitir con plenitud la intimidad, la vulnerabilidad y la esencia poética de la escritura de Espi Tomičić.

Cincuenta y cinco metros cuadrados explora las consecuencias de la masificación turística en una pequeña ciudad mediterránea y en sus habitantes. En la obra, seguimos a una familia en su apartamento de 55 m² durante un verano y somos testigos de los problemas que surgen por el hecho de que la ciudad en la que viven ha sido robada, preparada y decorada para los turistas.

Lena y Tino, recién casados, se ven obligados a volver a vivir temporalmente con los padres de Lena porque, de mayo a octubre, el propietario los expulsa del piso que alquilan para arrendarlo a turistas por una cantidad mucho más elevada. La abuela también vive con todos ellos, esperando una plaza en una residencia que probablemente nunca llegará. El representante de la generación más joven es Luka, el hermano de Lena, que no tiene ningún propósito en la vida y se mueve entre traficantes de droga y vecinos turbios.

La obra constituye una crítica contundente a las ciudades que ya no sirven a sus ciudadanos y que se han convertido en un simple decorado para el espectáculo que, cada verano, se organiza para los turistas.

Helena Petković

Creación escénica
Adrià Pinar

Producción
Teatre Nacional de Catalunya

Con la colaboración de
Zagrebačko Kazalište Mladih (ZKM)