Información
Opening Night
- La Veronal
- Idea, dirección artística y diseño Marcos Morau
- Sala Gran
- 8/04/2021 al 11/04/2021
El escenario, lugar por excelencia del dispositivo teatral, protagonista del nuevo montaje de La Veronal
Voy poco al teatro porque sé que allí me van a contar mentiras, pero siempre acabo volviendo a él porque es el único lugar donde se me advierte de que todo es mentira.
Bernard-Marie Koltè
Tengo debilidad por los pasadizos secretos, las estanterías que se abren, los escondrijos ocultos, las escaleras que suben o bajan a un lugar desconocido, las puertas entreabiertas, las ventanas veladas por una cortina, por una luz que parpadea. La extraña sensación que esos espacios son puertas que dejan que mi imaginación se cuele y se pierda allá dentro, como un niño que juega a construir mundos al pie de un árbol, solo, ajeno a todo.
Después de años sumergido en el dispositivo teatral he decidido detenerme en el escenario, en sus habitantes y mecanismos, en el misterio que irradian cuando todo se pone en marcha hasta que un día por fin se llega a la noche del estreno. La luz se apaga, el telón sube y de la oscuridad del teatro y de sus entrañas se ilumina el espacio y, como un bosque en la noche, aparecen las criaturas, los sonidos y una nueva ley que rige la oscuridad y todo lo que allí sucede.
Aquí las situaciones y sus personajes se encuentran perdidos, en constante búsqueda de su lugar y de su lógica, atrapados en un largo pasillo que conduce todas las posibilidades al infinito.
Si vivir es pasar de un momento a otro, de un lugar a otro, el escenario contiene todas las posibilidades para convertirse en todos los espectáculos posibles, en todas las historias posibles y al mismo tiempo no ser ninguna de ellas.
Entiendo el escenario y el teatro como un espacio que hemos inventado para poder ampliar un poco nuestras vidas, en el que levantarnos unos centímetros por encima del suelo y levitar, y en el que, a pesar de todo, nunca sabemos si el vacío que queremos tapar cuando acudimos a él es más grande que el que nos deja cuando termina.
Opening Night quiere ser un hermoso homenaje al teatro, a su maquinaria, a sus sombras, al espacio y al tiempo que se cuela como el mercurio por todas sus grietas. Grietas que tienen las huellas de cientos de obras, de estrenos, grietas por las que me gusta andar, mirar los focos, la grada vacía, las cuerdas que sujetan los telones, el suelo de madera que cruje, las paredes desconchadas y todo ese espacio que cada día es capaz de transformarse y destruirse.
Se suele decir que no queremos algo tanto como cuando ya no podemos tenerlo, y en este momento, en este mundo cada vez más literal y unificado, cada vez más volátil y fugaz, quizás lo más radical sea lo más sencillo, lo más inocente: cruzar la puerta que nos hace entrar en ese universo mágico donde las leyes, la vida y la verdad entran en conflicto y donde por unos momentos somos capaces de admitir cualquier engaño con tal de sentirnos a salvo.
Marcos Morau
Voy poco al teatro porque sé que allí me van a contar mentiras, pero siempre acabo volviendo a él porque es el único lugar donde se me advierte de que todo es mentira.
Bernard-Marie Koltè
Tengo debilidad por los pasadizos secretos, las estanterías que se abren, los escondrijos ocultos, las escaleras que suben o bajan a un lugar desconocido, las puertas entreabiertas, las ventanas veladas por una cortina, por una luz que parpadea. La extraña sensación que esos espacios son puertas que dejan que mi imaginación se cuele y se pierda allá dentro, como un niño que juega a construir mundos al pie de un árbol, solo, ajeno a todo.
Después de años sumergido en el dispositivo teatral he decidido detenerme en el escenario, en sus habitantes y mecanismos, en el misterio que irradian cuando todo se pone en marcha hasta que un día por fin se llega a la noche del estreno. La luz se apaga, el telón sube y de la oscuridad del teatro y de sus entrañas se ilumina el espacio y, como un bosque en la noche, aparecen las criaturas, los sonidos y una nueva ley que rige la oscuridad y todo lo que allí sucede.
Aquí las situaciones y sus personajes se encuentran perdidos, en constante búsqueda de su lugar y de su lógica, atrapados en un largo pasillo que conduce todas las posibilidades al infinito.
Si vivir es pasar de un momento a otro, de un lugar a otro, el escenario contiene todas las posibilidades para convertirse en todos los espectáculos posibles, en todas las historias posibles y al mismo tiempo no ser ninguna de ellas.
Entiendo el escenario y el teatro como un espacio que hemos inventado para poder ampliar un poco nuestras vidas, en el que levantarnos unos centímetros por encima del suelo y levitar, y en el que, a pesar de todo, nunca sabemos si el vacío que queremos tapar cuando acudimos a él es más grande que el que nos deja cuando termina.
Opening Night quiere ser un hermoso homenaje al teatro, a su maquinaria, a sus sombras, al espacio y al tiempo que se cuela como el mercurio por todas sus grietas. Grietas que tienen las huellas de cientos de obras, de estrenos, grietas por las que me gusta andar, mirar los focos, la grada vacía, las cuerdas que sujetan los telones, el suelo de madera que cruje, las paredes desconchadas y todo ese espacio que cada día es capaz de transformarse y destruirse.
Se suele decir que no queremos algo tanto como cuando ya no podemos tenerlo, y en este momento, en este mundo cada vez más literal y unificado, cada vez más volátil y fugaz, quizás lo más radical sea lo más sencillo, lo más inocente: cruzar la puerta que nos hace entrar en ese universo mágico donde las leyes, la vida y la verdad entran en conflicto y donde por unos momentos somos capaces de admitir cualquier engaño con tal de sentirnos a salvo.
Marcos Morau
- Espectáculo incluido en el abono.
Ficha artística
- Autoría
- La Veronal
- Idea, dirección artística y diseño
- Marcos Morau
- Con
- Mònica Almirall, Valentín Goniot, Núria Navarra, Lorena Nogal, ShayPartush y Marina Rodríguez