Ran del camí

Anton P. Txèkhov

Teatro Los personajes de Chéjov siempre viven del recuerdo. Se aíslan en la soledad y en la nostalgia, renuncian a la felicidad, se refugian en el sueño de un futuro imposible. La mirada de Chéjov sobre su sociedad es tierna a la vez que despiadada. En Ran del camí, una sus primeras obras, muestra una Rusia nocturna y helada, llena de lirismo y atmósfera. La obra, que fue prohibida en 1885 por la censura rusa, nunca hasta hoy ha sido estrenada en lengua catalana.    «Debieras comprender que si no puedo beber, que si no puedo saciar mi pasión, podría cometer un crimen. No sabe ni Dios, lo que sería capaz de hacer. Tú, desgraciado, en tu vida de tabernero debes haber visto a muchos borrachos. ¿Cómo es posible que aún no entiendas qué clase de personas son? ¡Están enfermos! Los puedes encadenar, les puedes dar una paliza, los puedes cortar a trozos, pero ¡dales vodka! Venga, ¡te lo pido por el amor de Dios! ¡Hazme esta caridad! ¡Me estoy humillando! ¡Dios mío, lo que me estoy humillando!»