A tots els que heu vingut

Marc Rosich

Es verano. Magda, la señora mayor que vive en un «delantero y trasero» del Eixample, lleva luto desde hace un mes por la muerte de su marido. Le ayudan a tirar adelante los discos de Núria Feliu, que escucha siempre que puede, y una fotografía del difunto dando la mano a un antiguo Presidente del Gobierno. Pero ha dejado de cocinar sus famosas magdalenas, y cada día recibe con estoicismo las obscenidades con que el hombre de la calle la insulta cuando ella le deja una propina al pasar por delante de él yendo hacia el supermercado de la esquina. Todavía no sabe que el ex presidente, en aquellos meses de calor, hará una confesión pública con la que tambaleará todo el mundo que la rodea.